jueves, junio 23, 2005

LOSMAESTROSDEMATEMATICASTAMBIENSONHUMANOS

--> Momento épico.

Era un nublado día universitario común y corriente hasta que llegó la clase de cálculo diferencial de varias variables.

El maestro que la imparte de nombre Jesús, a simple vista pareciera un hombre comun y corriente, con canas y dedicado a la rutina de impartir clases pero mi percepción de esto iba a cambiar.

Con tennis de moda, jeans, camisa tipo polo, lentes circulares con armazón dorado y esbelta y encorvada figura se dispuso a impartir clase, pero esto con un retraso de 20 minutos, ya que como venía abstraido en el pensamiento de como explicar multiplicadores de lagrange de tal forma que se entienda, se distrajo y fue a dar a otro edificio de la Universidad y otro salón; cuando reparo que nadie llegaba a clase y cayó en cuenta que ese no era el salón en que debia dar clase y se dirigió a nuestro salón comentandonos lo escrito.

La clase tomo su tradicional curso, con el maestro escribiendo en el pizarron y los alumnos tomando notas. Es común que el maestro se detenga en un pequeño parentesis y haga algún comentario para despejarnos un rato y no hacer la clase tediosa; pero en esta ocasión nadie se imaginaba lo que el comentario de hoy deparaba.

Después de haber hecho una pregunta respecto al tema y un compañero haberla conetestado, el comentario del maestro comenzaría mas o menos como sigue:--"Muchachos no saben la gran felicidad que siento al saber que me estan entendiendo, pero en verdad me hacen faliz, porque esto que estoy explicando no es fácil y se necesita de un proceso de abstracción dificil y lo estan haciendo"

Continuo un rato dando el tema, cuando de pronto a un servidor se le ocurrió preguntar:¿Quién había sido Lagrange?, lo poco que recuerdo que me contestó es que había sido de la época de Laplace.

Siguió si discurso haciendo referencia a lo injusto que había sido la vida con algunos matematicos como Riemman, que había muerto muy joven y en la miseria, e hizo especial énfasis en el caso de un matemático que habia querido impartir clases de una Univesidad y cuando éste murio, dos horas después llego un comunicado que decía que había sido aceptado como maestro.

Pero resultaba que nuestro catdrático también era matemático y ocurrió lo inesperado. Este momento era digno de grabarse, era uno de esos momentos de película pero de la vida real, sin guión, tal y como surge en el momento, sin actuación, uno de los tantos que ocurren al día en el mundo pero a mi me toco ver este.
(Lo que pueda describir va a ser poco comparado con el momento pero haré lo posible).
Comenzó por decir que estudió matematicas porque se dió cuenta que les entendía y se dió cuenta que quería ser maestro. Hizo un comentario de que él nos enseña toda la teoría , todo el fundamento de la materia porque cree fielmente que lo podemos captar y asimilar. Que no se iba a limitar a darnos problemas y formulas digeridas para que las aplicasemos.
Después ejemplificó lo anterior compartiendonos una parábola, haciendo la aclaración que no era evangelista ni católico ni es seguidor de religión alguna. La parábola cantaba mas o menos como sigue:--"Un campesino tenia unas semillas y unas las puso en tierra fértil, otras en una tierra semi fertil y otras las aventó en las piedras. Al cabo de unos meses, se percató de que en la tierra fértil habia crecido hierba, al igual que en la tierra semi fértil y arrancó las hierbas que habian crecido en estos lugares, sin embargo en donde nadie pensaba que las semillas germinarian, surgió una planta, la cuál no arrancó para que se hiciera mas resistente--cuando Pedro le dijo al señor que no habia entendido la parábola, entonces el Señor le explicó y al terminar, Pedro dijo--¿Por que no dices la parábola como me la explicaste?--el Señor contestó--"Porque está escrito, no le darás perlas a los cerdos".
Mientras tanto el silencio se hizo en el salón.
El maestro continuó--En verdad no saben que feliz me hacen cuando contestan a las preguntas, porque quiere decir que entienden. Es quiere decir que produzco, estoy haciendo obreros, mano de obra calificada y eso me da una grán satisfacción, yo no quiero ser rico, que mas puedo pedir si hago lo que me gusta y ademas produzco mano de obra calificada, tengo una esposa un hijo y ademas -- alzando los brazos tal como lo haría un campeón de box y con los ojos un tanto rojos a punto de derramar una lágrima siguió--¡Soy feliz con lo que hago y ademas me pagan y además produzco!--El hombre estaba que no cabía en sus ideas, la cabeza le quería explotar de todo lo que tenía que decir, sin duda un humano.
Hizo una pequeña reflexión de todos los alumnos a los que les habia impartido clase y no tener la certidumbre de que habrá sido de ellos.
Cuando reparó en su reloj, la clase había terminado.
Contrario a lo que pensaba, el profesor de Cálculo, resultó ser un humano con sentimientos.
En los lugares que menos imaginamos, es donde ocurren estos momentos, pero eso es lo de menos. Alomejor otros compañeros lo pueden ver como un acto ridículo, pero desde mi punto de vista ese señor cree en lo que hace y en lo que vive y en lo que és y éso es lo importante, y esos momentos en los que se cree totalmente en lo que se és, son épicos, dignos de un escrito.


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